¿Sabes cuánto cuesta tener cáncer?
Patti Tyree tenía
miedo que el cáncer le robar su futuro. En cambio, el costo del tratamiento fue
el que se lo robó.
Ella tenía la
esperanza de comprar una pequeña granja con el dinero que heredó de su madre.
Pero los pagos de una sola sesión de quimioterapia para cáncer de mama cuesta
$18,000 y una toma de una droga cuesta $15,000 y ella tuvo que pagar $2,000. Las
cuentas de su tratamiento siguen llegando, y casi la mitad los $25,000 de
herencia se han ido.“Supuestamente tenía un buen seguro” dice Tyree de 57 años,
una mujer recientemente retirada que vive en Virginia. “¿Cómo puede alguien
pagar esto?”
Cuarenta años después
de la promulgación de la Ley Nacional del Cáncer la “guerra contra el cáncer”,
la batalla no solo es buscar nuevas y mejores tratamientos sino también ser
capaces de pagarlos.
Las nuevas drogas
frecuentemente cuentas $100,000 o más al año. Los pacientes son puestos en
estos nuevos tratamientos más pronto en el curos de su enfermedad y por más
tiempo – muchas veces por el resto de sus vidas. La última tendencia es usar
estas drogas en combinación, guiados por pruebas genéticas que les permiten
hacer un tratamiento más personalizado pero esto también les aumenta su precio.
No solo son los
medicamentos: la radioterapia está teniendo cada vez más tecnología, y cada
aumento en la tecnología trae un aumento cuántico en el pago que se debe hacer.
La terapia proteónica es un ejemplo – su costo es el doble de la radiación
convencional y está atrayendo a pacientes con cáncer de próstata a pesar de que
no hay evidencia de que sea mejor.
La tensión
financiera se presenta: Han aumentado las solicitudes a algunos programas que
ayudan a las personas a pagar sus cuentas, y las cuentas médicas son la primera
causa de bancarrota en los Estados Unidos.
Uno de los problemas
es que las aseguradoras están siendo exprimidas por las leyes que solicitan
mayor cobertura de gastos y la restricción de las primas. La carga está
creciendo en Medicare, que en algunos casos está pagando por tratamientos y
pruebas que aun no han demostrado beneficios para los pacientes.
Pero, ¿Por qué los
gastos han subido tanto? Hasta cierto punto, es el precio del éxito. Las
muertes por cáncer han ido disminuyendo en los Estados Unidos desde inicios de
1990. Dos de 3 personas viven al menos 5 años después del diagnóstico de
cáncer, a diferencia de 1 de 2 en los años 1970, de acuerdo con la Sociedad Americana
de Oncología. 9 de cada 10 mujeres con estadío temprano de cáncer de mama están
vivas luego de 5 años de su diagnóstico y probablemente se curen.
Los tratamientos
modernos tienen menores efectos secundarios y permite a los pacientes tener
mejor calidad de vida que las quimioterapias del pasado. Pero son mucho más
tóxicas financieramente hablando.
De las 10
condiciones medicas más caras a nivel nacional, el cáncer tiene el mayor costo
por persona. El costo total de tratamiento del cáncer en los Estados Unidos
subió de $95.5 billones en el 2000 a $124.6 billones en 2010, según estima el
Instituto Nacional de Cáncer. Incluso la cifra es mucho mayor ya que esta
agencia se basa en costos promedio del 2001 al 2006, antes de que los
tratamientos más caros estuvieran disponibles.
Se proyecta que
para el 2020 el costo llegue a los $158 billones debido a la creciente
población adulta mayor quienes son más propensos a desarrollar cáncer.
Ese es el costo
social. Para pacientes individuales, los costos pueden variar ampliamente
incluso para la misma droga. Por ejemplo, Zytiga, una medicina para el cáncer
de próstata aprobado el año pasado, su costo es de $6,100 al mes y las
aseguradoras deciden cuanto le van a cubrir a cada paciente.
Hay pacientes que
pagan mensualmente por esta droga $1.5 mientras que otros pagan $5,943. Lo
preocupante es que cada vez que sale una nueva droga, las aseguradoras son las
que deciden quién va a poder conseguirla.
Tyree, el caso que
se mencionó más arriba en el artículo, recibió una cuenta de su aseguradora de
$14,865 por un medicamente Neulasta, un potenciador de células inmunitarias de
la sangre que ayuda a tolerar mejor la quimioterapia. Muchos especialistas en
cáncer aseguran que ese medicamento cuesta menos de la mitad, pero el cargo
para Tyree fue de $12,000.
La peor parte:
existen muchas otras alternativas mucho más económicas pero a muchos pacientes
no se les ofrece estas opciones. Es más, existen muchas formas mucho más
sencillas de conseguir Neulasta, pero los hospitales ganan mucho dinero aplicando
la dosis en lugar de enseñarles a los pacientes como conseguirlo. Tryee comenta
que los doctores le dijeron que Neulasta era “completamente rutinario y que todos
los pacientes la recibían.” Ella no tenía ni idea cuanto le iba a costar hasta
quellegó la cuenta.
Una reciente encuesta
de la Sociedad Americana de Cáncer señaló que un cuarto de los pacientes de cáncer
dejan de hacerse pruebas o recibir tratamiento por el costo que significa. Uno
de cada 5 encuestados mayores de 65 años dijo que había usado todos o casi
todos sus ahorros en el tratamiento de cáncer.
El costo afecta
mucho a la clase media – las personas que tranquilamente pueden cubrir los
programas para personas pobres pero que no pueden costear los gastos del
cáncer.
En promedio, los
pacientes gastan $720 mensuales en consultas médicas, medicinas y viajes a las
consultas. Para pagar las drogas de cáncer, muchos pacientes optan por gastar
menos en alimentación y vestimenta, otro buen porcentaje opta por pedir dinero
a crédito. Otros eligen no abastecerse de alguna receta indicada, o solo se
abastecen de la mitad y otros toman menos dosis de las indicadas. El problema
es que los pacientes no solo tienen cáncer, sino que tienen que luchar también
con tratamientos para el corazón, diabetes y otras condiciones.
El desafío seguirá
creciendo conforme la nueva tendencia para el tratamiento de cáncer sea usar
terapias combinadas personalizadas genéticamente. Ha habido poco éxito
usándolas como monoterapia – usualmente alargan el tiempo de vida a unos meses
o años pero no curan.
Lo más seguro es
que se tienda a usar múltiples drogas para poder atacar varias rutas del tumor
en lugar de atacar una sola vía. Irónicamente, una de las formas de hacer que
las terapias de cáncer sean más costo-efectivas
es usar pruebas genéticas para poder identificar qué pacientes realmente
se benefician con tal o cual tratamiento en lugar de darles a todos los
pacientes con determinado tipo de cáncer. Por ejemplo, la nueva droga para
cáncer de pulmón, Zalkori, actúa sobre un gen que está presente en solo el 5%
de los cánceres de pulmón, pero ayuda al 60% de los pacientes.
Aquí es donde las
cosas se complican. Los desesperados pacientes frecuentemente solicitan
tratamientos que tienen pocas posibilidades de ayudarlos. Y muchos doctores
sienten que tienen la responsabilidad de ofrecerles cualquier cosa que pueda
ayudarlos, a pesar de los costos sociales y de seguros.
Un ejemplo son las
quejas que se han manifestado por la reciente decisión del gobierno de retirar
la aprobación del Avastin, un medicamento para el cáncer de mama. Los estudios
mostraron que la droga no mejoraba la sobrevida de la mayoría de mujeres y que
no hay biomarcadores que puedan identificar a las pocas a las que puede ayudar.
Muchos doctores y pacientes todavía solicitan el acceso a la droga, y Medicare
sigue pagando por eso.
Pero rechazar un
tratamiento “inútil” no es solo cuestión de dinero – se trata de evitar el daño
y las falsas esperanzas. Un sistema de salud racional debe tener la capacidad
de decir no, y de mantener su posición.
El costo puede ser
una preocupación mucho tiempo después del tratamiento inicial. Muchas pacientes
de cáncer de mama toman la medicina por 5 años para prevenir su recurrencia.
Para el caso de Tyree, deberá comenzar con un medicamento nuevo, Arimidex. Es
en alguna forma más efectivo que el Tamoxifen, una medicina usada por mucho
tiempo para prevenir la recidiva, pero es mucho más costosa.
Dr. David Ruiz Vela
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